Entre lacas y acrílicos tuercas y tornillos el mundo gira
Percibo un aroma de flor desnuda
Acudo al pasado y un hábito de amor envuelve mi memoria
Otro yo me posee afloro un canto
El hechizo de tu mirada me atrae
El corazón resuena cual metal cuando me acerco a tu silueta
Una palabra pinta el poema
Cuando nombro casa un sueño nace
Y habito el país de la infancia entre árboles edades palpo
Cuando pronuncio casa respiro el olor a traje ruido de platos y el sabor de café ronda en los labios
Y tras las espaldas la sombra de una mujer
Los hombres huecos hablan con un corazón en tinieblas
Son preponderantes de todo se adueñan
Nunca saludan y se creen importantes cuando mandan no tiemblan
Gritan no saben de nadie jamás se equivocan e improvisan algún canto
Los hombres huecos cuando escuchan campanas corren a rezar se adueñan de todo y no sueltan su yoyo
Penetramos la tempestad nos atrapa candente vuelo
Me ciño en ti en ronda de la noche soy el rocío
La luna baila copiamos el amanecer y entre el sueño nos hacemos uno
Al día despertamos dentro el dedal del tiempo
JORGE ROMERO AVILA
Miro una muchacha y leo en sus ojos una fábula
Siguiéndole con asombro ella aligera su mirada hacia atrás
Aumenta sus pasos y grita Auxilio quieren violarme
Tranquilo paso delante de ella y me río de su paranoia
Flor que rojeas
En el jardín de noche
Humedecido en la cresta de la ola
Sueño
A las puertas un blanco corazón amarillea dulces palabras
Naufrago de velas irrumpen dentro de ca???????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????? ???????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????? rio nos pertenece hasta donde camina
La flor del extranjero abre sus corolas
Puebla la arena yo la miro
Voces divierten la montaña
El ruiseñor canta no entiende de notas
Yo le escucho igual a un niño asumo el esplendor
De poesía que nos regala dentro del río
La tarde en su delgadez silba
Sentado estoy y a esta hora en el horizonte nubarrones le manchan
Dentro del pecho un eco retumba y evoco sombra de pájaros
Embutidos entre piernas acatamos la tempestad
Tú de catorce yo cinco años menor y fue en primavera
A nuestros años sedujimos la aventura
Ante los tíos y abuelos
Era un amigo
Amigo ratón del queso
Y en aquel pueblo con sus calles de árboles
Disipábamos el tiempo jugando a veces
Atizábamos la hoguera y siendo niños comprendíamos la esencia del amor
Y tus tetas de piedra me volvían salvaje
El rincón del aposento en instante te palpaba
Rosa amiga y yo colibrí en tus pétalos
JORGE ROMERO AVILA